Comedias de Don Pedro Calderon de la Barca: (686 p.)

Front Cover
Imprenta de La Publicidad a cargo de M. Rivadeneyra, 1849
 

Selected pages

Common terms and phrases

Popular passages

Page 168 - ... ufana de la rosa cuando avisa que ya sus jardines pisa abril, y entre mansos hielos al alba es llanto en los cielos, lo que es en los campos risa; el detenido arroyuelo, que el murmurar...
Page 266 - En los pinares de Júcar vi bailar unas serranas al son del agua en las piedras y al son del viento en las ramas. No es blanco coro de ninfas de las que aposenta el agua o las que venera el bosque, seguidoras de Diana. Serranas eran de Cuenca, honor de aquella montaña, cuyo pie besan dos ríos por besar dellas las plantas.
Page 157 - Una que á dar en sus muros, Como en su centro, no vaya: Por cualquiera que tomeis, Vais bien. DEMONIO Esa es la ignorancia, A la vista de las ciencias, No saber aprovecharlas.
Page 171 - Con no dejarte vencer. Mas ya que desta manera De Dios estás defendida, Mi pena, mi rabia fiera Sabrá llevarte fingida, Pues no puede verdadera. Un espíritu verás, Para este efecto no mas, Que de tu forma se informa, Y en la fantástica forma Disfamada vivirás.
Page 439 - Sí, señor: un don Alonso de Tordoya y un Luis Pérez. Contra el don Alonso es sobre haber dado la muerte a un don Diego de Alvarado, noble y valerosamente en el campo, cuerpo a cuerpo.
Page 175 - ... que sin el gran dios que busco, que adoro y que reverencio, las humanas glorias son polvo, humo, ceniza y viento.
Page 158 - Dios á quien ninguno iguala, Un principio sin principio, Una esencia, una sustancia, Un poder y un querer solo; Y cuando como este haya Una, dos ó mas personas, Una deidad soberana Ha de ser sola en esencia, Causa de todas las causas.
Page 165 - Más quiero, en mi obstinación, con mis alientos briosos, despeñarme de bizarro que rendirme de medroso. Si fueron temeridades, no me vi en ellas tan solo que de sus mismos vasallos no tuviese muchos votos.
Page 414 - ... que soy tu hija, rey, y su hermana, su estado, su ley, su Dios, echando la gente fuera a puerta cerrada entró en el templo de la fama Aborrecióme ofendida; no me espanto; que al fin son enemigas declaradas la esperanza y posesión.
Page 401 - El Rey mi señor me llama : ¿iré ante el Rey, mi señor? ¿Su cara osaré mirar sin vergüenza ni temor? Temblando estoy a la nieve de aquellas canas ; que son los pecados frías cenizas del fuego que encendió amor.

Bibliographic information