Comedias de Don Pedro Calderon de la Barca: (LXXVI, 610 p.)

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Imprenta de La Publicidad a cargo de M. Rivadeneyra, 1848
 

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Popular passages

Page lxiv - Al rey la hacienda y la vida se ha de dar; pero el honor es patrimonio del alma, y el alma sólo es de Dios.
Page 17 - Pues si esto toca mi desengaño, si sé que es el gusto llama hermosa, que la convierte en cenizas cualquiera viento que sopla, acudamos a lo eterno; que es la fama vividora, donde ni duermen las dichas, ni las grandezas reposan.
Page 254 - Estas, que fueron pompa y alegría Despertando al albor de la mañana, A la tarde serán lástima vana, Durmiendo en brazos de la noche fría. Este matiz, que al cielo desafía, Iris listado de oro, nieve y grana, Será escarmiento de la vida humana: ¡Tanto se emprende en término de un día!
Page 13 - ¿Qué es la vida? Un frenesí ¿Qué es la vida? Una ilusión una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
Page 14 - ... idos, sombras, que fingís hoy a mis sentidos muertos cuerpo y voz, siendo verdad que ni tenéis voz ni cuerpo; que no quiero majestades fingidas, pompas no quiero fantásticas, ilusiones que al soplo menos ligero del aura han de deshacerse, bien como el florido almendro, que por madrugar sus flores, sin aviso y sin consejo, al primer soplo se apagan, marchitando y desluciendo de sus rosados capillos belleza, luz y ornamento.
Page 19 - ¿Qué os admira? ¿Qué os espanta, si fue mi maestro un sueño, y estoy temiendo, en mis ansias, que he de despertar y hallarme otra vez en mi cerrada prisión? Y cuando no sea, el soñarlo sólo basta; pues así llegué a saber que toda la dicha humana, en fin, pasa como sueño, y quiero hoy aprovecharla el tiempo que me durare...
Page 18 - Segismundo.) ya estoy, Príncipe, a tus plantas: (Arrodillándose.) sea dellas blanca alfombra esta nieve de mis canas. Pisa mi cerviz, y huella mi corona; postra, arrastra mi decoro y mi respeto; toma de mi honor venganza, sírvete de mí cautivo; y tras prevenciones tantas, cumpla el hado su homenaje, cumpla el cielo su palabra.
Page 4 - El hombre más atrevido, El príncipe más cruel Y el monarca más impío, Por quien su reino vendría A ser parcial y diviso, Escuela de las traiciones Y academia de los vicios; Y él, de su furor llevado, Entre asombros y delitos, Había de poner en mí Las plantas, y yo rendido A sus pies me había de ver, (¡Con qué...
Page 7 - ¡Válgame el cielo, qué veo! ¡Válgame el cielo, qué miro! Con poco espanto lo admiro, con mucha duda lo creo. ¿Yo en palacios suntuosos? ¿Yo entre telas y brocados? ¿Yo cercado de criados tan lucidos y briosos? ¿Yo despertar de dormir en lecho tan excelente?
Page 252 - Morir es perder el ser, yo le perdí en una guerra, perdí el ser, luego morí ; morí, luego ya no es cuerda hazaña que por un muerto hoy tantos vivos perezcan.

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